El Órgano Ejecutivo aprobó la semana pasada la ampliación de la vigencia del Artículo 2 del Decreto Supremo 5250, que establece un arancel del cero por ciento para la importación de arroz, hasta el 31 de octubre de 2025.
“Esto tiene la finalidad de garantizar la seguridad alimentaria en el país debido a que los efectos climáticos han afectado principalmente la producción de arroz”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Zenón Mamani.
Sin embargo, los productores consideraron la medida fuera de lugar, ya que la cosecha del grano terminó hace pocos días en Santa Cruz y Beni, por lo que el mercado nacional estará abastecido hasta octubre y, en el mejor de los casos, hasta diciembre.
El productor y expresidente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Gonzalo Vásquez, manifestó su extrañeza por la aprobación de la medida, ya que no existen divisas para las importaciones y ya existe buena oferta de arroz nacional en el mercado.
“No es una medida recomendada en este momento, pues ya concluimos la cosecha y hay arroz nacional en el mercado. Si bien no es suficiente para garantizar la provisión de todo el año, no es el momento, por eso es que no entendemos la medida, lo que hace el Gobierno”, señaló Vásquez.
Al mismo tiempo, consideró que el objetivo es presionar a los productores para bajar el precio, pero ello no va suceder, porque los costos para la producción continúan elevados. “No sé si su objetivo es amedrentarnos (...). Los costos se han elevado por muchos aspectos, especialmente el costo de los agroquímicos, los insumos, las semillas y todo aquello”, señaló.
El dirigente arrocero reveló que la cosecha en el departamento de Santa Cruz llegó a las 75.000 hectáreas y en Beni se esperaban cosechar 70.000, pero debido a las inundaciones y la falta de diésel, se perdió el 30%. “Hasta octubre y noviembre tenemos suficiente arroz. Esperamos que, como la cosecha terminó tarde, se pueda abastecer hasta diciembre, sin ningún problema”, agregó.
Vásquez subrayó que antes de la crisis de los dólares y el diésel, la cosecha a escala nacional era de hasta 120.000 hectáreas y que el presente año incluso se podría exportar. Sin embargo, con todas las dificultades, el precio en los mercados tiene un promedio de Bs 10 el kilo y el quintal (46 kilos) supera los Bs 450.
Por su parte, la secretaria de Hacienda de los Ingenios Arroceros del Norte de Santa Cruz (Ingenor), Sonia Rocha, señaló que el precio del quintal con la última cosecha llega a Bs 500, el de mayor calidad, y que el precio está definido por los costos de producción.
“Si el Gobierno importa arroz seguramente le va afectar al productor y, por otra parte, al gremialista, pero para el consumo de las familias es favorable (...) El arroz boliviano, este año se ha incrementado mucho porque al productor le ha costado sembrar y, llegada la cosecha no hubo diésel, el Gobierno no aportó”, expresó.
Para cumplir compromisos
Gonzalo Vásquez descartó que el Gobierno importe arroz desde Argentina, porque es más caro que el boliviano. Especuló que tal vez sea de Pakistán, de donde proviene grano de baja calidad.
“Además, entendemos que Bolivia tiene ciertos compromisos, con Cuba, por ejemplo, no sé si le enviará arroz a cambio de todos los servicios que recibe. Esa es la desesperación que mueve al Gobierno a conseguir arroz barato y no es, como dicen, que defiende la canasta familiar”, apuntó.
Agregó que también la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) también atraviesa dificultades para conseguir el grano barato, lo que ocasiona un “tire y afloje” con los intermediarios o propietarios de ingenios arroceros. Esta situación habría provocado la intervención estatal, el año pasado en Montero.
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