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Dom, May

Japón inaugura el primer superpanel de energía solar

MUNDO
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Japón ha marcado un hito en la transición energética al presentar el primer superpanel solar del mundo, basado en células de perovskita. Esta innovadora tecnología tiene el potencial de generar hasta 20 gigavatios de electricidad para 2040, lo que equivale a la producción combinada de 20 reactores nucleares, destacando así su compromiso con las energías limpias a nivel global.

Superpanel solar: eficiencia, flexibilidad y sostenibilidad

Las células solares de perovskita (PSC, por sus siglas en inglés) representan un avance significativo en el ámbito de la energía fotovoltaica. A diferencia de los paneles solares convencionales, que son pesados y rígidos, el superpanel solar de perovskita es ligero, flexible y altamente eficiente. Su diseño permite una fácil instalación en superficies previamente consideradas inviables, como paredes de edificios, ventanas, techos de automóviles e incluso farolas. En un país como Japón, caracterizado por su alta densidad poblacional y limitaciones de espacio, esta versatilidad ofrece una solución práctica y escalable para expandir la cobertura solar sin necesidad de grandes extensiones de terreno.

El Ministerio de Industria japonés considera que esta tecnología será fundamental para llevar energía solar a áreas urbanas donde antes era impensable. Esta innovación no solo fomenta el uso de energías renovables, sino que también aborda una necesidad estructural del país: superar las restricciones geográficas para avanzar hacia la neutralidad de carbono.

Una ventaja adicional es el control estratégico sobre los insumos. Japón es el segundo mayor productor de yodo del mundo, un componente esencial en la fabricación de células solares de perovskita. Esta ventaja natural le permite establecer una cadena de suministro interna sólida, reduciendo la dependencia de proveedores extranjeros y fortaleciendo su seguridad energética y económica en un entorno global cada vez más incierto.

Una estrategia nacional con visión de futuro

La apuesta por los superpaneles solares de perovskita no es un esfuerzo aislado, sino parte de una política estatal bien definida. En diciembre de 2023, el Ministerio de Industria japonés incorporó oficialmente las células de perovskita como un pilar central de su nueva estrategia de energías renovables. Esta decisión se enmarca dentro de un plan más amplio para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, con metas intermedias ambiciosas: aumentar la proporción actual de energías renovables del 22,9 % al 36-38 % para 2030.

Empresas como Sekisui Chemical Co. ya están trabajando en soluciones comerciales basadas en perovskita, con miras a una implementación más amplia a partir de la década de 2030. Aunque persisten desafíos técnicos, como la vida útil limitada y los altos costos de producción en comparación con los paneles de silicio, las perspectivas son prometedoras. El gobierno japonés estima que los costos disminuirán significativamente: desde 20 yenes por vatio en 2025 hasta 14 yenes para 2030, con el objetivo de alcanzar los 10 yenes por vatio en 2040. Esta reducción facilitaría una adopción masiva tanto en el sector doméstico como en el industrial.

Los beneficios no se restringen al mercado interno. Japón también busca consolidarse como un exportador global de tecnología relacionada con este superpanel solar. El plan es perfeccionar la tecnología a nivel nacional y luego ofrecerla al mundo, replicando el modelo exitoso que ha seguido en otros sectores tecnológicos donde ha sido líder históricamente. Este enfoque no solo refuerza su competitividad, sino que también le permite recuperar protagonismo en un sector que una vez dominó.

El impulso de Japón hacia la energía solar comenzó tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011, que obligó al país a reconsiderar sus fuentes de energía. Desde entonces, el uso de energía solar ha crecido significativamente, pasando del 1,9 % en 2014 a cerca del 10 % en 2024.

A pesar de este avance, Japón enfrenta un gran reto: la falta de espacio para parques solares tradicionales. Aquí es donde las células solares de perovskita se destacan, ya que pueden integrarse en edificios, vehículos e infraestructuras urbanas, convirtiendo estos espacios en generadores de energía limpia. De esta manera, Japón aprovecha su alta densidad urbana para aumentar su capacidad solar.

Sin embargo, los científicos advierten que la tecnología de perovskita aún necesita mejoras, especialmente en durabilidad y estabilidad. A pesar de estos desafíos, el rápido avance en innovación y el apoyo del gobierno y la inversión privada sugieren que se podrán superar pronto.

Japón está abriendo un nuevo capítulo en energías renovables con los superpaneles solares de perovskita. Esta tecnología no solo transformará su matriz energética, sino que también podría establecer nuevos estándares globales en eficiencia y sostenibilidad. En un mundo que busca alternativas al carbono, la visión y la innovación japonesas podrían guiar hacia un futuro energético más limpio y descentralizado.

 


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