El precio de los alimentos de la canasta familiar nuevamente se ha disparado en los últimos días, con incrementos que llegan hasta un 300% en algunos mercados y supermercados principalmente en las ciudades del eje central.
Esta alza desproporcionada afecta severamente el poder adquisitivo de las familias bolivianas y pone en riesgo su derecho básico a una alimentación adecuada.
Según recientes denuncias ciudadanas, productos esenciales como carne de res, carne molida, pollo entero, verduras, frutas, limones muestran aumentos que superan el 50% en un año; en algunos casos puntuales, los precios se han casi triplicado.
Solo por citar un ejemplo, el kilo de la carne de res en Santa Cruz de la Sierra tiene un costo de Bs 95 y una palta se vende a Bs 34.
En La Paz, la carne de pollo subió a Bs 25 el kilo; 25 limones pequeños se expenden a Bs 28, las papayas pequeñas ahora tienen un costo de Bs 18, en los mercados de la ciudad.
Esta marcada inflación tiene efectos directos en la capacidad de las familias para cubrir necesidades básicas y genera una creciente preocupación social.
A tiempo de consultar la razón de estos incrementos, los vendedores indican que la escasez de diésel es el factor fundamental.
Al respecto, en los últimos días ninguna autoridad llamada por ley, como el Viceministerio de Defensa al Consumidor se pronunció sobre el tema.
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